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LUGARES PARA SOÑAR
Para empezar a escribir sobre el
Hotel Nafarrola, lo primero que se
debe mencionar es el cómo se en-
cuentra inmerso en Euskadi donde
una excelsa naturaleza formada por aguas
marinas, estuarios, playas, marismas, ríos,
valles y bosques, ha logrado el equilibrio ar-
mónico con aquellos privilegiados que la ha-
bitan. Conscientes de ese privilegio son los
hermanos Josu y Gaizka Goicoetxea quie-
nes cumplieron su sueño, al comprar un ca-
serío que se remonta al s. XIII, en el barrio
Artiko, homónimo al río que le vertebra. Un
barrio rural con actividad agrícola y ganade-
ra a las faldas del Sollube, uno de los cinco
montes bocineros de Vizcaya. El nombre de
Nafarrola viene de la conjunción de Nafar o
Navarra, que alude a los muchos pastores
navarros que se asentaron en la zona, y ola
que se refiere a la construcción de madera de
la que presume. En el año 2021 se abrió el
hotel, el restaurante Rola en el 23 y, el 24 se
celebra con la plantación del viñedo propio.
Un ritual gastronómico.
Sus vistas son las de Bermeo, el mar, el bos-
que y el monte. Su sonido, el del silencio y
el trino de las aves, y sus sabores son los
de la cocina de Rola. De hecho, el proyecto
gastronómico de su restaurante, invita a un
viaje culinario por los paisajes de la reser-
va, siguiendo el mapa confeccionado con la
ruta de los Ecosistemas de Urdaibai, que co-
mienza en el comedor del restaurante.
Josu Goikoetxea explica, con esa pasión
que emerge de quien ama lo que hace, como
cada plato confeccionado por el cocinero, su
hermano Gaizka, se refiere a un paraje de la
reserva, interpretado a través del producto.
Uno de los mejores Txacolíes
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