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Para un ambiente más animado, Torvehallerne
es un mercado gastronómico cubierto con quesos,
embutidos, repostería y puestos de café. Un lugar
ideal para practicar el arte de sentarse, observar y
dejar que pase el tiempo.
El arte de no hacer nada…
Los daneses han perfeccionado la capacidad de
disfrutar de los pequeños momentos. En vera-
no, eso significa sentarse en parques como los
Jardines del Rey con un picnic improvisado.
En invierno, significa refugiarse en un café con
grandes ventanales mientras la ciudad se tiñe
de tonos grises.
La mejor manera de entenderlo es dejar de lado la
agenda y simplemente pasear. Puede ser cruzan-
do el canal hasta Christiania, el barrio autogestio-
nado famoso por su espíritu alternativo, o explo-
rando Vesterbro, antiguo barrio obrero ahora lleno
de bares y galerías.
Museos que invitan a quedarse
El Museo Nacional de Dinamarca recorre la histo-
ria del país desde la prehistoria hasta hoy. El Mu-
seo de Arte Moderno de Louisiana, a las afueras,
combina arte moderno con vistas espectaculares
del estrecho de Øresund.
Ópera de Copenhague
VIAJES
Vistal del Tivoli, en el centro de la ciudad
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