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En muchos casos, los propios moline-
ros conducen las visitas, transmitiendo
con pasión los secretos de un oficio
ancestral y heredado.
No faltarán las experiencias tan singu-
lares como los desayunos molineros
con pan de pueblo, visitas guiadas
entre olivos milenarios de montaña,
aceite recién prensado y aceitunas ali-
ñadas; catas guiadas donde aprender
a distinguir un picual de un hojiblanca;
o visitas a museos del aceite, como el
de Cabra, donde la historia se hace
presente. Y, por supuesto, la gastrono-
mía local, donde el AOVE se convierte
en protagonista de cada plato: desde
el salmorejo cordobés hasta el rabo de
toro, pasando por el refrescante remo-
jón de naranja.
Barroco cordobés: esplen-
dor patrimonial
El viaje por la Subbética también es un
encuentro con el arte. El barroco cor-
dobés, de primer orden en la penínsu-
la, alcanza aquí su máxima expresión.
En Cabra, la iglesia de la Asunción y
Ángeles o el santuario de la Virgen de
TURISMO RURAL ESPECIAL OTOÑO
la Sierra son joyas que sorprenden
por su exuberancia decorativa y su re-
finado equilibrio. En Lucena, conocida
como la “Perla de Sefarad”, el barroco
se funde con la herencia judía y rena-
centista en templos como San Mateo
o en el Palacio de los Condes de San-
ta Ana, un ejemplo magnífico de la
arquitectura lucentina del siglo XVIII.
Y en Priego de Córdoba, capital espi-
ritual del barroco andaluz, el visitante
no puede dejar de maravillarse ante la
iglesia de la Asunción, con su sobre-
cogedora Capilla del Sagrario, o ante
las fachadas retorcidas y doradas que
dan carácter al casco histórico.
Senderos entre olivos y
montañas
El otoño y su olor a tierra mojada es
también el momento ideal para cal-
zarse las botas y descubrir, paso a
paso, los senderos de la Subbética.
La Vía Verde del Aceite, que sigue
el antiguo trazado ferroviario entre
Jaén y Puente Genil, es un clásico: un
recorrido amable y panorámico, per-
fecto para caminar o pedalear entre
viaductos, túneles y mares de olivos,
bordeando en parte nuestro Parque
Natural y Geoparque Mundial por la
UNESCO de las Sierras Subbéticas
que hacen del paisaje una mezcla ar-
moniosa entre sierras y olivar.
Dentro del Parque Natural, destacan
rutas como la Subida al Picacho de
la Virgen de la Sierra, con vistas im-
presionantes sobre Cabra y el mar de
olivos; el Sendero del Río Bailón, en
Zuheros, que atraviesa un espectacu-
lar cañón de roca caliza entre encinas
y sabinas; o el Sendero Zagrilla-Espa-
rragal-Fuente de las Majadas, una joya
escondida entre manantiales y casca-
das. Fuera del parque, el Sendero de
las Buitreras, entre Luque y Carca-
buey, ofrece la posibilidad de observar
el vuelo de estas aves majestuosas,
mientras que en Doña Mencía los sen-
deros urbanos conectan el patrimonio,
el vino y el aceite en un recorrido lleno
de historia. Más meridionales los sen-
deros de Benamejí, Palenciana o En-
cinas Reales en un entorno envidiable
que riega el río Genil.
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