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LETUR EN OTOÑO
La Asociación Senderista de Letur
“El Regalí” ha sido esencial en la re-
cuperación de esos antiguos caminos
públicos, muchos de ellos ocultos por
el matorral o borrados por la falta de
uso. Su labor paciente ha permitido
crear una red de 184 kilómetros seña-
lizados, que se pueden recorrer a pie,
en bicicleta o a caballo. No se trata
solo de una propuesta deportiva, sino
de un proyecto de respeto por el terri-
torio y su memoria. Cada baliza, cada
tramo recuperado, es también un acto
de conservación cultural y ecológica.
La red está formada por sendas y ve-
redas —solo transitables sin motor—
y por pistas forestales que comunican
distintos parajes. En su recorrido se
descubren más de una veintena de
puntos de interés: miradores natura-
les, fuentes, cuevas y restos arqueo-
lógicos como la necrópolis de La Abe-
juela o el puente medieval sobre el río
Letur. Son huellas que permiten com-
prender la íntima relación del pueblo
con el agua, la piedra y la montaña.
Rutas para descubrir
el otoño
Cada ruta tiene su carácter y su pro-
pio ritmo. Una de las más populares
es la Ruta de los Chorreones, de
unos catorce kilómetros, que serpen-
tea entre pinares, huertas y barrancos
hasta alcanzar un mirador desde el
que se escucha, más que se ve, el
salto de agua que le da nombre. En
los días frescos de noviembre, el so-
nido del arroyo y el perfume de la jara
acompañan el camino. La humedad
del bosque contrasta con el sol que
aún calienta las laderas. Es un reco-
rrido de dificultad media-alta, perfecto
para quienes buscan sentir el pulso
del monte en pleno cambio estacional.
Otra ruta destacada es la del Regalí,
de 13 kilómetros, que atraviesa uno
de los parajes más genuinos del mu-
nicipio. Su nombre rinde homenaje al
grupo senderista que impulsó la red
y discurre entre olivares y muros de
piedra seca. Desde algunos tramos
se divisa el valle y el perfil lejano del
Asoc. Senderista el Regalí - Letur
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