Page 38 - traveling 73
P. 38

NAVIDAD EN COPENHAGUE
Navidad en el Tivoli
El corazón encendido de Copenhague
Texto: Rosario Alonso Fotografía: Jose A. Muñoz
Una de las entradas del Tivoli
En Copenhague, la Navidad
comienza cuando se encien-
den las luces del Tivoli Gar-
dens, ese jardín de fantasía
que desde hace más de siglo y medio
marca el pulso sentimental de la ciu-
dad. Cada invierno, cuando las tem-
peraturas bajan y el aire se llena de
ese aroma a canela, almendra tostada
y vino caliente que define a Escandi-
navia, los portones del Tivoli se abren
como si lo hicieran los de un cuento.
Dentro, entre las luces que parpadean
sobre el lago helado y los puestos de
madera decorados con guirnaldas, se
encuentra la esencia misma del hygge
danés: ese bienestar íntimo, cálido y
compartido que los daneses elevan a
forma de vida.
Un sueño del siglo XIX
El Tivoli Gardens abrió sus puertas en
1843 gracias a Georg Carstensen, un
visionario que convenció al rey Chris-
tian VIII de que la gente, si tenía algo
con lo que entretenerse, se olvidaría
de la política. Tenía razón. Lo que
comenzó como un parque de diver-
siones y paseo para las familias de
la burguesía se convirtió pronto en el
símbolo más entrañable de la capital
danesa. A diferencia de los parques
modernos, el Tivoli nació con alma.
Detrás de sus atracciones y teatros
había una intención clara: ofrecer un
refugio donde la alegría, la música y
la convivencia se hicieran costumbre.
Con los años, el Tivoli fue ampliando su
territorio entre los edificios del centro.
Hoy ocupa más de ocho hectáreas y
conserva un equilibrio admirable entre
tradición y modernidad. Lo asombroso
es que, pese a su ubicación —en ple-
no corazón de Copenhague, junto al
Ayuntamiento y la estación central—,
38 -

















































   36   37   38   39   40