Page 17 - Traveling 71
P. 17
VIAJES DE AUTOR
Pero el viaje no es solo el tren. A lo largo del circuito, el re-
corrido se entrelaza con algunos de los lugares más poten-
tes del país: las formaciones circulares del cráter de Guelb
er Richat —conocido como “el ojo del Sahara”—, los oasis
de Terjit o Mhairett, donde el agua brota entre las rocas, y
ciudades como Atar, punto clave entre las rutas hacia Chin-
guetti o Ouadane.
El Tren del Desierto no está diseñado para el confort. Pero
ofrece algo que el turismo convencional no puede dar: una
experiencia brutal, sin filtro, donde el paisaje, la historia
industrial y la geografía extrema se funden en un mismo
golpe. Es polvo, ruido, cansancio. Y también una forma bru-
talmente honesta de cruzar el país.
Interior de uno de los vagones del Tren
En cada traqueteo del
tren resuena la memoria
de las antiguas carava-
nas. Hoy, sobre raíles, el
desierto sigue contando
su historia sin palabras
- 17