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Albacete, tierra de calma y
horizontes verdes
Parques naturales, ríos cristalinos y lagu-
nas turquesa convierten a Albacete en un
refugio para el descanso y la aventura.
Albacete sorprende. A menudo asociada
a la llanura manchega y a la ciudad que la
nombra, la provincia guarda un mosaico de
paisajes donde la naturaleza, el patrimonio y
la tradición popular se entrelazan. Dos par-
ques naturales, rutas que invitan a caminar
sin prisas y festivales de hondas raíces cul-
turales hacen de este rincón de Castilla-La
Mancha un destino que va mucho más allá
de los tópicos.
Parques que laten con agua
El Parque Natural de los Calares del
Mundo y de la Sima es, sin duda, uno de
los paisajes más impresionantes del sures-
te peninsular. Allí nace el río Mundo, en un
paraje donde la roca caliza y los bosques de
pinos se combinan con la espectacularidad
del “reventón”: un fenómeno natural que
expulsa con fuerza miles de litros de agua
desde la cueva. La localidad de Riópar sirve
de puerta de entrada a este entorno donde
las rutas se adentran en gargantas y mirado-
res que regalan panorámicas inolvidables.
VIAJES
Laguna de aguas turquesas - foto inferior, practicando kayak en las Lagunas de Ruidera
Ruta del Zarzalar
El segundo gran emblema natural son las La-
gunas de Ruidera, compartidas con Ciudad
Real, pero con buena parte de su esplendor en
Albacete. Se trata de un conjunto de quince la-
gunas escalonadas unidas por cascadas y arro-
yos que parecen sacados de un paisaje alpino.
Sus aguas turquesas, rodeadas de carrizos y
encinas, son un paraíso para practicar kayak,
buceo o simplemente detenerse a contemplar.
No es casualidad que muchos lo llamen “el Ca-
ribe manchego”.
Naturaleza en movimiento
La provincia despliega un catálogo casi inagota-
ble de rutas, donde cada camino combina paisa-
je, patrimonio y tradición.
La Ruta del Tranco del Lobo, en la Manchue-
la, conduce hasta un impresionante mirador
natural desde el que se dominan los valles y
montañas cubiertos de pinares. Es un recorrido
exigente, pero de gran recompensa visual.
En Nerpio, la Ruta del Zarzalar permite aden-
trarse en un entorno de cascadas, túneles de
vegetación y pozas cristalinas, un oasis perfec-
to para quienes buscan frescor y naturaleza en
estado puro.
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